Jefes financieros de la Unión Europea acordaron el jueves que los inversores y depositantes ricos pagarán la cuenta de los rescates bancarios, en una ruptura con la pasada convención de contribuyentes. Se persigue con la estrategia de rescate que los accionistas, los tenedores de bonos y depositantes con más de 100.000 euro compartirán la carga financiera para salvar a un banco. Se protegerán los depósitos menores de 100.000 euros. En virtud del nuevo protocolo, que entraría en vigor en 2018, los países estarían obligados a absorber el 8 por ciento de los pasivos de un banco, con un margen de maniobra a partir de entonces. La próxima vez que un gran banco quiebre, los gobiernos se asegurarán "que los accionistas y los acreedores sean los responsables, ante todo," dijo el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, a los periodistas. Rescatar a los bancos no será menos doloroso para los líderes y las instituciones políticas, que pueden ahora sólo tomar depósitos bancarios...